Liena - Camino de las Pardas - Barrosa. Una pirenaica con aire muy alpino.

Llamada el Sábado tarde a Martín, justo después de plegar, que hacemos mañana?. Días antes habíamos comentado la posibilidad de hacer la vuelta al Vignemale el domingo, pero ni a mi me apetece semejante soba ni él se encuentra con fuerzas las penurias pasadas la noche anterior al hacer la peña montañesa en bici y quedándose a dormir sin agua ni comida ni ropa a 2000m. al hechársele la noche encima. Los dos tenemos ganas de hacer algo un poco más light pero cañero, en ese momento se me ocurre una buena jugada: hacer el camino del Puerto de Barrosa entrándole por el Camino de las Pardas desde Liena. Los dos conocemos el camino de barrosa, no en bici pero si andando así que tampoco hay que hablar mucho más, la única incognita es el Camino de las Pardas yo lo hice hace un par de años y sabía que nos tocaría patear y que nos podíamos encontrar cualquier cosa pero que el espectaculo estaba garantizado.
Quedamos el domingo a las 9:30 en Laspuña, ni yo llego a la hora ni Martín está preparado, pasadas las diez emprendemos camino hacia Chisagües. Durante el trayecto en coche Martín me da una Masterclass sobre el Mate (infusión muy tomada en Sudamérica) y yo mismo preparo uno, la ley dice que el que lo hace tiene que beber el primero, me toca darle el primer sorbo y la sensación es como cuando fumas por primera vez, sabe a rayos pero tras echar agua en el mate un par de veces el sabor se suaviza y empieza a gustarme, llegamos a Chisagües casi sin darme cuenta.
A eso de las once y cuarto empezamos a pedalear por la pista de Liena, el firme es bueno y la pendiente deja usar el plato mediano. Vamos remontando el valle del río Real que al principio es angosto y abrupto, poco a poco se va abriendo y un rato después empezamos a ver el río que discurre entre verdes praderas custodiadas por los farallones rocosos de la cara norte del Comodoto, algunas bordas aisladas van humanizando el paisaje. Los pinos negros empiezan a ser una minoría cuando de repente la pista se endurece y el firme se complica, el sol pica de lo lindo, nos cruzamos con un ciclista que ya ha emprendido la bajada por la pista -mal empleado el desnivel- pienso en voz alta entre jadeos.
En Petramula la pista da una giro de 180º remontando la ladera sur de la Sierra de Ruego, llegamos al refugio de ruego desde donde tenemos las primeras vistas de la norte del pedido que se asoma imponente sobre el collado de Coronetas, su maltrecho glaciar todavía guarda nieve de este año, no está mal para estar a mediados de agosto.
Poco antes de llegar a la cima de Liena una flecha indicando Camino de las Pardas nos desvía por un camino horizontal que se dirige a los pies del Pico de Espluca Ruego, este es el punto de entrada del Camino de las Pardas en el circo de Barrosa. El paisaje cambia de forma drástica: un pasamanos a la izquierda, un abismo a la derecha y al frente los paredones sobre los que se asientan los tresmiles de Robiñera y la Munia. Es el momento de comernos el bocata y reponer fuerzas, durante el  ágape  intentamos recorrer visualmente el camino que parece seguir por una faja natural del terreno, dos o tres barranqueras más allá de donde estamos divisamos una pedriza muy vertical donde el camino parece haber sido arramblado por un alud, me acerco andando para confirmar nuestras sospechas pero son infundadas, hay un pequeño trazo que permite atravesar la pedriza de forma cómoda y el camino incluso se antoja ciclable por momentos.
Martín va delante y la emprende montado en la bici, yo no lo tengo tan claro, este terreno no permite errores ni mala suerte pero tras unos metros mis sentidos se adaptan al medio y puedo montar, son tramos cortos los que ciclamos puesto que el camino es estrecho y el firme inestable, mientras, la adrenalina empieza a fluir con fuerza.


Nuestra osadía encuentra recompensa en la dramática espectacularidad de esta faja a 2400 m. de altura encasquetada entre paredes verticales y colgada sobre el circo de Barrosa.


Más allá, en la base de una barranquera, un nevero alimentado por los aludes invernales todavía resiste el intenso calor de estos días, afortunadamente su presencia no nos supone ningún problema puesto que se ha abierto una rimaya de dos metros de alto por uno de ancho entre este y la pared permitiéndonos el paso sin problemas y ofreciéndonos fotos más típicas de otros deportes, ¿es esto mountain bike, o que?. Continuamos por inmensas pedrizas y un nevero que obstruye el camino nos obliga a descender unos metros para salvarlo, por un momento el terreno suaviza su pendiente y entramos en una zona de prados donde el camino remonta unos metros para salvar un hombro y vuelve perder altura, atravesamos varias torrenteras que aprovechamos para rellenar agua, nos quitamos las piedras de las zapatillas también.


El horizonte se oscurece de nuevo bajo las paredes de la Munia que parecen infranqueables desde nuestra posición, forzando la vista se intuye una leve fisura horizontal entre los pulidos escarpes que debe ser el camino que buscamos. Vuelve el pasamanos, si no me falla la memoria el peor paso viene ahora, el camino salva una pared de piedra en una zona donde el sustrato es terroso, el techo está extraplomado, el apoyo es precario y el pasamanos se ha desprendido de la pared, pero lo salvamos sin mayores complicaciones y continuamos nuestra progresión.
Tras diez minutos conectamos con el camino de Barrosa que tomamos en dirección al puerto y todavía nos quedan fuerzas para subir pedaleando hasta el collado.
En el lado francés nos topamos con  el circo de Barroude con sus paredes escarpadas que rápidamente dan paso a la tasca y a los lagos enturbiados por un azul turquesa. A la derecha del collado el camino sigue de forma muy evidente por un cerro de grava pelado, así que decidimos continuar hasta una pequeña loma cimera que algunos mapas denominan Pico del Puerto 2654 m. sabiendo, que una vez arriba, nos quedarán algo más de 1.200 m. de desnivel en unos diez kilometros de sendero y cerca de una hora de bajada hasta el Hospital de Parzán.

Sandman Gobi. Aqui si que hay de donde agarrar

Nuestro amigo Koen (el padre de la bestia) nos ha dejado esta bici unos días para que la probásemos y os aseguro que no ha dejado a nadie indiferente. Lo primero que destaca cuando la ves son esas cubiertas de 3.8 que, montadas en ese cuadro de aluminio de tubos finos y curvados, consiguen una estética rompedora e incluso rozando lo cómico. Iba con la bici por Boltaña y la gente se giraba y me miraba con diciendo donde va este sin ruedas y se les escapaba una sonrisa. En realidad este diseño de bicicleta está concebido para un uso recreacional en playas y lugares de sustrato arenoso, pero Koen se dio cuenta rápidamente que su potencial abarcaba más allá de lo que en un primer momento cabía esperar.
La geometría es muy equilibrada permite subir cómodamente y en bajadas hace que la bici se note estable y segura incluso en pasos abruptos. Lo más impresionante de este aparato es como sube, la tracción en trialeras de subida con firme roto es bestial parece como si llevásemos tracción a las 2 ruedas no se puede comparar con nada que tenga que ver con bicicletas. Sólo hay que dar pedales y mantener más o menos la trazada aunque esto ultimo no importa demasiado además con semejante ruedón no puedes andar esquivando piedras pero es que no hace falta porque las cubiertas de 3.8 a 700 gramos de presión lo engullen todo. Seguramente el rozamiento será algo mayor que en bicis normales pero tampoco da sensación de lastrar demasiado ya que, por otro lado, la eficacia de pedaleo es muy buena puesto que es un cuadro rígido. Evidentemente el tema de las presiones de las ruedas es crítico tal y como sucede con las bicis con doble suspensión con los amortiguadores, nosotros las hemos llevado entre 600 y 700 gramos de presión. Una presión excesiva produce un tacto rebotón muy borde y si optamos por quitar presión el lastre subiendo es considerable además de estar acechando el llantazo en las bajadas y comprometiendo la estabilidad de la cubierta sobre la llanta. El dibujo de las ruedas es bastante rodador, esto no supone un handicap bajando ya que en esta bici el agarre se obtiene por el contacto de una amplia superficie de la rueda con el suelo por lo que el taco es menos importante. Subiendo se hecha en falta un piñón más grande que el 34 debido mayormente a que el diámetro de rueda equivale prácticamente a una 29" con lo que para un mismo desarrollo avanzamos más metros con esta bici que con una de 26" de esta forma la capacidad de ascenso por trialera sería casi casi máxima.
Bajando va también muy bien, las ruedas nuevamente se encargan del trabajo sucio y eliminan cualquier irregularidad del terreno, y una cosa que llama mucho la atención es que bajando por trialera con piedra suelta no hace casi ruido mientras que con una bici normal parece que vas partiendo las piedras. El agarre en curva nuevamente sorprendente aunque hay que cogerle el tranquillo porque es lenta, cargas, y un poco después, cuando la cubierta ya se ha retorcido, empieza a girar. Otro fenómeno curioso es que a velocidad lenta la bici se comporta de forma ágil y manejable pero cuando cogemos cierta velocidad el efecto giroscopico de las pesadas ruedas  hace que se vuelva estable pero lenta de reacciones, hay que estar fuerte para moverla de un lado a otro en curvas enlazadas, aunque es también una ventaja ya que adquiere tanto aplomo he inercia que hace que sea difícil desviarnos de la trayectoria que llevamos.


La verdad es que he tenido poco tiempo para probarla pero me he quedado con ganas de más, he de decir que hacía años que no bajaba con una bici "rigida" y no he notado tanta diferencia con mi Reign. Personalmente cuando hay novedades de tipo radical, sino me gustan no tengo problemas en decirlo pero en este caso creo que dentro de poco tendremos más noticias de estas bicis.

Investigando por La Larri

Ayer tarde estuve de investiganda por el valle de la Larri para comprobar in situ si la ruta que me había planteado sobre el mapa tenía viabilidad sobre el terreno. La marcha consistía en subir desde la Virgen de Pineta al refugio de la Estiva por pista, desde ahí pasar a Petramula por el collado de Coronetas, desde aquí subir al collado de las puertas pateando y bajar por el valle de la Larri. Pude comprobar que la ruta no es factible ya que el camino que remonta el circo de la Larri no es, ni mucho menos, ciclable. Pero el apartado de decepciones no acaba aquí, para subir a los llanos de la Larri hay dos caminos, el GR y el camino de las cascadas, aparte de una pista cerrada al trafico rodado. Es lamentable ver el trato diferencial que reciben uno y otro sólo por el hecho de que uno está dentro del parque nacional y el otro no por pocos metros.

El camino de las cascadas recientemente adecentado está dentro del parque y se han gastado una pasta en poner peldaños de madera y barandillas de hierro pintadas de verde, todo esto para mejorar la accesibilidad y seguridad del camino así como evitar un desgaste erosivo prematuro, muy bien. En cambio el a GR está dejado de la mano de dios, la erosión es su constante más significativa, las piedras y raíces se entremezclan formando algo más parecido a una barranquera. Ya sé que por este camino pasan en verano muchísimas personas pero es que en la parte alta donde cruza la pista varias veces, los vierteaguas de la misma van a parar al camino y está destrozado. Todos sabemos que el peor enemigo de un camino es el agua, pues entonces por que lo usan como desagüe, ah bueno es verdad que no esta dentro del parque entonces ya no interesa. No pretendo que del GR hagan una autopista pero que moviendo cuatro piedras grandes y quitando aguas se puede dejar muy curioso con  una décima parte de lo que se invirtió en el otro. Bueno ya se que no va a cambiar nada pero por lo menos me quedo tranquilo denunciándolo.



Rincón del Verde

Comienza la temporada de rutas Pirenaicas! Con la llegada del calor las nieves se retiran a sus aposentos veraniegos en neveros y glaciares y la montaña se viste de verde por unos pocos meses. Blancos ríos fluyen con fuerza y estruendo, las flores, tras larga espera, no tardan en poblar prados y roquedos sabedoras de un invierno que pronto volverá, collados y altos pasos entre valles abren sus puertas y los caminos se descubren, al mismo tiempo que los animales despiertan de su letargo para aprovechar la oportunidad que les da la montaña, saben que es su momento, que si no se sienten vivos ahora tendrán que esperar otro año más. Algo parecido me pasa a mí aunque yo el resto del año vivo la mar de bien mientras mi lista de operaciones pendientes no deja de crecer, pero bueno de momento ya he tachado una, la del Rincón del Verde aunque esta ha estado poco tiempo en la lista, tanto como menos de una semana, se ve que está de moda esta ruta... Solo hay que ver las fotos que salieron con Germán, después de verlas no podrás resistirte.










Un saludo a todos y hasta la próxima, gracias Mikelito por tu aportación al ciclismo de montaña tal y como lo entendemos unos pocos, seguimos urdiendo planes que  el verano es largo.

Algo de fotografía

Un par de fotos "off topic" del otro día ruteando por la Sierra de Sta. Catalina. Es lo que tiene la bicicleta de montaña en cualquier momento puede surgir la inspiración.


Tozal de Guara con la VT

Esta es la tercera vez que subo al punto culminante de la Sierra de Guara, el Tozal de Guara (2.078 m.), y de la que para mi es una de los mejores zonas que conozco para la práctica del ciclismo de montaña. La Sierra de Guara es un autentico rompecabezas de valles, barrancos, cimas y montes inmisericordemente tallados por el tesón erosivo del agua en su discurrir sobre las rocas areniscas y calizas presentes en este territorio perdido de la mano de dios. La cantidad de senderos que unían las aldeas de la zona unidos a las pistas de reciente construcción permiten adentrarnos en el corazón de la sierra y disfrutar de su calidad patrimonial y natural avalada por la figura de protección del Parque Natural. En esta ocasión la escapada la hicimos con los compañeros de la Vieja Tronca, la mejor compañía en un día perfecto para esta ruta que tiene un poco de todo lo que se puede encontrar por la sierra y no debe faltar en el currículo de cualquier ciclista de montaña que se precie.











Más información sobre la ruta aquí

Tres días en la Sierra de Espadán

El caso es que ya estuvimos rodando por esta sierra castellonense en noviembre del pasado 2009, esa vez la pillamos de paso, hicimos una miniruta por la zona de la Vall d'Uixó y nos encantó. Nos quedamos con ganas de conocer más a fondo esta sierra que, quizá no sea de las más conocidas para andar en bici de montaña, pero la calidad de los senderos es altísima y la virginidad y el sosiego de la sierra y sus aldeas contrasta con el amasijo urbano de cemento, ladrillo y coches que, a escasos kilómetros, invade la zona litoral.

El comando, formado por Lorenzay, Javito y Boltranger

Nuestro amigo Chus fue el anfitrión y nos proporcionó alojamiento en forma de piso franco en Oropesa y toda la información sobre las rutas y lugares de papeo. Incluso nos obsequió con su agradable compañía en una de las rutas.























































Gracias por todo Chus, compañeros gracias por vuestra compañía, espero con impaciencia la siguiente.